A mi
lo que
me molesta
es la inevitabilidad
del asunto,
que tarde o temprano
tus demonios despierten
y me dejen
con el ¿corazón?
regurgitado
en la boca.
No sé.
Debe ser
que ya ando viejo
como para tener que buscar excusas
que eviten
decirte que
algo
un poco
te quier