De querer comerte el mundo
a querer cambiar al mundo
a querer que no te cambie el mundo
a queres que no te lleve puesto el mundo
a anhelar barbitúricos
para que no importe
cuando te lleve puest 
etc
Si los niños son el futuro,
y el futuro ya llegó,
entonces los niños
no son
el futuro,
sino el presente.
Pero si el presente
no existe
pues en ese instante ya es pasado,
entonces los niños
no son presente
sino pasado.

Adiós niños! Ojalá hayan tenido
 una larga y prospera vida, 
llena de cuentas 
por pagar 
y exámenes 
de próstata.

Cosecha

Si puedes, cosecha dinero. 

Y si no puedes cosechar dinero, 
al menos cosecha likes. 

Y si no puedes cosechar likes,
entonces bebe,
o vete a jugar jueguitos.

Ahora, si la compu no se aguanta
los jueguitos nuevos
ni tienes plata 
para embriagarte
pues entonces no sé.

¿Desde cuando tengo que andar resolviendo todos tus problemas?

Odiá a todos,
y quedate solo;
Sé un demagogo,
y no odies a nadie;
Odiá a unos cuantos,
queré a unos pocos
y rogá que esos pocos
no quieran querer
a los quieren
a todos,
porque sino
también
igual
te quedarás solo.

Todos queremos ser parte de algo.

De qué
y por cuanto
es donde disonamos.
Debe ser mi mano, pensé.
El contorno se dibujaba con un ángulo y una posición un tanto incómodos. Me pegué a la pared, mirando hacia ella, y puse los dedos sobre el dibujo.
Apenas un poco mas grande que mi mano.
Quizás, cuando estuve luchando para prender la estufa, en algún momento, me apoyé justo ahí. Con la mano engrasada con algo. Si, seguramente fue eso.
Hasta hice un chiste al respecto.
Y luego lo olvidé.
Porque, claro, eso sucedió el invierno pasado.
Hoy el frío hizo que despertáramos, otra vez, con los vidrios empañados.
La mano sigo ahí.
No soy una persona excesivamente pulcra. Pero en el año que transcurrió debo haber limpiado el vidrio por lo menos en dos o tres oportunidades.
Me apoyo contra el vidrio. Mido los dedos.
Apenas grandes.
Debe ser mi mano.


Cuando te vayas

Hoy cuando te vayas me voy a hacer una paja

Si. Me voy a sentar desnudo
en la computadora
con una carilina
a mano
y me voy
a hacer
una bruta paja.

Threesome ffm,
rough anal
deepthroat gagging
extreme cumswapping
squirt german teens.
O, mejor aun,
uno de esos videos
amateur
en los que una chica
se toca
y acaba
de verdad.

Esos son los mejores.

¿Después? No se.
Calculo que veré una peli.
Tal vez pida me una pizza.
O helado.
O ambas.
¿Por que no?

Si, claro. Te espero 
despierto.
No vuelvas muy tarde,


El otro día soñé que volvía a fumar.

No, no era algo placentero.
Fumaba y tosía,
pitaba, y el humo negro
alquitranado
me hacia picar la garganta, 
y revolvía mi estomago.

Era desagradable
pero igual me obligaba:
por algun motivo
estaba convencido
de que fumar sería la solución
a todos
y cada uno
de mis problemas.

Bueno, no a todos,
pero casi.

Entonces desperté.
Tenía la garganta irritada 
de tanto roncar.


Andá a saber
si seré yo
si serás vos
si seremos nosotros
si será la adultez
la estación climática
la temporada de lluvias
la recesión económica
el cloro en el agua
o el espíritu de la época.

Pero

¿No te sentís
un poco mas muerto
por dentro
que de costumbre?

¿Las ganas
escurriéndose
por entre tus dedos?

¿Los sentidos embotados?

Quizás
entonces
no quede otra
que seguir escribiendo
para calmar la conciencia
y llegar
a ningún lado.

Seguir escribiendo,
mientras el sol de invierno
brilla,
fláccido,
a través de la ventana.

Es domingo
por la mañana.
Temprano.
Demasiado temprano,
y demasiado domingo
para andar escribiendo
estas mierdas



En el exacto momento en que el protagonista le disparaba a la sartén
luego de arrojarla al aire
y que la bala rebotara en ésta
en angulo perfecto y trazando una trayectoria
directa
a la sien del antagonista
que a su vez
también
disparaba
al protagonista
que se escondía
detrás de un mueble,
apagué la película.

Era demasiado.

Todo era demasiado.

La película de la cual ya había olvidado el nombre,
las dos hamburguesas completas con papas fritas que aún no lograba digerir,
el vaso de coca light medio vacío
o medio lleno
o mecio vacío
o medio lleno
El aletargamiento en el sillón
en víspera de fin de semana largo
a las once de la noche,
el blister de alfajores esperando en la heladera.

Agarre el teléfono
a pesar de que no había sonado,
y miré la lista de contactos.

Cada vez hablo menos,
y con menos
gente, pensé.

Debe ser por eso
que cada vez
me cuesta mas
hablar
con gente.

Me propuse a mi mismo hacerlo.
Hablar con gente,
mas seguido.

Es probable que termine no haciéndolo.

Me acurruqué detrás debajo de la manta.
Hace frío.
No tanto, pero mas del que parece.
Debe ser la sangre acumulada en el estómago.

Supongo que podría poner otra peli.
Poner otra peli,
y comer un par de esos alfajores.



En el fondo todo 
esto
no es mas 
que un esfuerzo
para odiarse 
menos 
uno
y odiar
mas
al resto
La nona era mitad tana y mitad alemana, tenia unos ojos celestes de mirada profunda, y uno de los nombres mas surrealistas que he oído -Iris Venus-, aunque todos la conocían como Chita -"como la mona" aclaraba cuando era necesario-. Era bastante terca y cabezadura, y tenia un stock de anécdotas que no tenía problemas en volver a contar, siempre marcando la pausa en los mismos lugares, siempre manteniendo los mismos yeites en el relato.

Era un tanto aficionada a la bebida -"empecé a tomar vino a los cinco años"-, y cocinaba bastante rico. Si le preguntas a otros integrantes de la familia probablemente te hablen de sus ravioles caseros cuya receta incluía seso, o el matambre tiernizado al horno. Mi preferido, sin embargo, eran unos mas sencillos bifes a la criolla con puré, los cuales solía cocinarme los viernes por la noche, cuando era niño y solía quedarme en su casa a dormir. Luego de la cena, y mientras mi abuelo espiaba con carpa a las tipicas vedettes del típico programa humorístico televisivo, solíamos despacharnos con mi abuela unas partidas de generala o escoba del quince. A veces me dejaba ganar. Solo a veces.

La nona tenía 93 años, y vivió mas de lo que incluso ella hubiera deseado. Su partida, si bien era esperable, también es extraña: uno no podía evitar, erroneamente, darla por sentado. Como si siempre fuera a estar alli. Vivió como quiso, y se fue como quiso: tranquila, sola, en el living de su casa, en silencio y en paz.