Lunes, 21 hs. Estas lavando tus manos en el lavatorio del baño cuando levantas los ojos, y te descubres a ti mismo. Observas tus ojeras remarcadas, tus principios de arrugas, tu barba enmohecida. Observas tu cabellera, con su leve pero incipiente calvicie; con su eterno remolino del izquierdo; con sus rulos que nunca terminan de formarse, pero tampoco de deshacerse. Tu lángida y aburrida cabellera.
Cuando entonces,
tienes una idea.
Abres uno de los cajones y tomas la afeitadora eléctrica con la que desde hace dos años recortas tu barba. Desenredas el cable, preparas el adaptador, y la colocas en tu frente. Sientes un poco de vértigo, pero es justamente éste el que te motiva. Y decidido lanzas tu mano hacia atrás.
El resultado no es el esperado. En vez de un camino de pelo en forma de cresta invertida, solo has obtenido un mechon de pelos. Repites el procedimiento unas cuantas veces. Algo no está bien. El pelo tira demasiado; la cantidad extirpada es insuficiente.
Lo mejor es no detenerse a pensarlo. Asi que sigues imitando el movimiento por un buen rato. A cada pasada, el tirón es cada vez mas grande. A cada pasada, tu pelaje cada vez mas asimétrico.
"¿Como puede ser posible?" te dices a ti mismo "Si yo ya me he rapado con dicho aparato". "¿Sera acaso el enchufe, este enchufe que hace falso contacto y que desde hacer meses me prometo arreglarlo pero jamas, jamas lo he hecho?" te preguntas.
En cueros, semicalvo y con pelo ajenos colgando de tu pecho te diriges hacia el living, con un espejito en una mano, y la afeitadora en la otra.
El resultado es el mismo.
Un tanto nervioso, colocas entonces la máquina en tu barba, como lo haces una vez por semanas desde hace dos años, y mueves tu brazo, una y otra vez.
Nada.
Y alli es cuando comprendes: las cuchillas de la máquina están desafiladas.
Sin limpiar los restos de tremenda masacre que aún descansan en la bacha te lanzas a la búsqueda de aquella gorrita que nunca en tu vida usas pero que te permitirá salir mañana por la mañana a hacerle una visita de emergencia a tu peluquero amigo.