Hace un tiempo
me agarró la idea
loca
ridícula
revolucionaria
de querer
a sentirme
bien.
O, bueno,
al menos
un poco
-tan solo un poco-
mejor.
Así que tome la decisión
concienzuda
de anotarme
en un gimnasio.
Averigué.
Comparé.
Constaté.
Y cuando estaba todo listo
con el jogging puesto
y la plata en la mano
me avisaron
que necesitaban
un apto médico.
Así que pedí turno
con el médico.
Y esperé
Y después fui.
Y el médico me mando
a hacer
estudios.
Entonces,
pedí turno para los estudios.
Y esperé
y fuí.
Pero había pasado un mes
y la orden
estaba vencida.
"Pero ustedes
me dieron el turno
para más
de un mes"
"Tendrías que habernos
avisado"
me dijeron.
"¿Avisado que?"
"Que era
para un estudio"
Aun pienso otras variantes
por las que quisiera
hacerme
una ergometría
Igual volví a pedir turno para el estudio
y también llamé al médico
y le expliqué la situación
y aceptó darme un sobreturno
y me actualizó la orden
porque igual
pasó la tarjeta
de la prepaga.
Y entonces esperé
y fui
y corrí
y sudé
y me agité
y después esperé
a que me dieran
los resultados.
Pero también tenia que hacer
un analisis
de sangre
y orina.
Entonces compré el frasquito para el pis.
E hice el ayuno de 12 horas
y madrugué
y fui.
Y esperé.
Y esperé.
Como una hora y media esperé,
pero nunca me atendieron.
Y entonces me fui.
Y tiré el pis a la basura
A la semana volví.
Aún mas temprano
Aún más ayunado
Y con un pis
mucho mas amarillo.
Y esperé otra hora y media
y entonces me atendieron
pero me dijeron
que ese estudio
tenía que autorizarlo
"Un análisis de sangre?" le dije
"Autorizarlo?", le dije.
"Si. Un análisis de sangre", me dijo.
"Autorizarlo".
Asi que volví
a tirar el pis en la basura
y me fuí.
Entonces llamé a la prepaga.
Y me dijeron que si
que había que autorizarlo.
Un análisis de sangre.
Autorizarlo.
Y me lo autorizaron.
Y volví a comprar
el frasquito
y volví a hacer el ayuno.
y volví a madrugar.
Pero esperé dos horas
y no me atendieron.
Presenté una queja.
"Tengo una reunión
de trabajo", mentí.
Pero igual me dijeron
que vuelva mañana.
"Mañana es sábado" le dije.
"Por eso mismo", me dijo.
Pero no fuí.
Porque era sábado.
Y la orden se me volvió a vencer.
Y no llamé al médico
porque ya me dio paja.