Escrito hace varios años. Ocasionalmente tengo que recordármelo.

Escribir. Escribir porque sí. Escribir por las dudas. Escribir por práctica. Escribir sin razón, por inercia, solo para ver que pasa. Escribir y escarbar, y revolver entre la mugre, la piel, los intestinos, revolver entre la nada. Escribir y vomitar, sin detenerse, intentando que sea algo con forma, algo que nos regocije, nos llene, nos alumbre, nos sorprenda. Escribir para encontrar la falla, no solo en el texto, siempre imposible, siempre imperfecto, sino también en uno, siempre imposible, siempre imperfecto,  siempre abatido, siempre ocupado, siempre lleno y tapado y retapado con litros de tinta desgastada que forman capas insondables que ocupan, que ocultan. Escribir intentando encontrar un puñetazo en la quijada, despabilante. Escribir porque se acaba el tiempo, que pasa constante siempre inconstante, siempre mas rápido, y las piernas cada vez mas cansadas para alcanzarlo, y las arrugas que aparecen sin que desaparezcan los granos. Escribir porque es necesario, porque las palabras quedan chicas y ocupan espacio, pero vacían a otro, a uno, lo empujan, lo encaran, lo acosan, lo encierran, lo escupen, lo apalean, lo matan. Escribir de madrugada, cuando los ojos rojos, las lágrimas secas y el pecho entumecido buscan respuestas. Escribir porque es necesario. Escribir porque hace falta.



Desdén

De vez en cuando
sueño
con casas.

Casas,
que no son mi casa
pero que
en el sueño
si lo son.

Casas añejas
de techos altos
y vidas largas
que al igual que mi casa
necesitan refacción.

Entonces
lijo
y pinto
y cableo
y reparo.

Y al final despierto.

Aún dormido
recorro la casa
-mi casa-
y contemplo la desidia
con sus paredes escamosas,
sus pisos con pegote
y sus bollos de ropa
acartonándose al sol.

Entonces
me preparo un buen café
y juego
las cinco vidas
del candy
crush.

Freelance

A mi 
lo que 
me molesta
es la inevitabilidad
del asunto,
que tarde o temprano
tus demonios despierten
y me dejen
con el ¿corazón?
regurgitado
en la boca.

No sé.

Debe ser
que ya ando viejo
como para tener que buscar excusas
que eviten 
decirte que
algo
un poco
te quier