Soy un cyborg, nena
Me arruino si hay mucha arena
Sin un alma en pena
Aceite fluye en mis venas
¿no me ves? Hey!
Nadie nace como yo.
Al momento de pactar su inmortalidad jamás hubiera considerado la posibilidad de que una guerra bacteriológica erradicara a la humanidad de un modo tan abrupto. Pero allí estaba: rodeado de cuerpos en descomposición, un tanto aburrido, y con hambre.

Todo parecía indicar que iba a ser una eternidad muy pero muy larga.